“COVID-Somnia” el nuevo mal producido por efectos del virus SARS-CoV-2
Vaya que la pandemia del coronavirus ha hecho estragos en gran parte de los sectores predominantes del mundo, en los cuales, la salud y la economía se ha evidenciado más el daño.
Para el mes de noviembre del 2020, se encuentran 61.2 millones de contagiados, 39.2 millones recuperados de la enfermedad y 1.44 millones de fallecidos por dificultades en su recuperación.
En la actualidad los neurólogos han pasado a detallar un gran trastorno en los profesionales de salud, recuperados por el virus y lo que no han sido contagiados aun, relacionado con la ansiedad, el miedo, estrés, patrones de sueños interrumpidos o falta de sueño y de una rutina diaria, la cual se perdió debido al confinamiento.
Un informe realizado por “The COVID-19 Health Care Workers Study” advirtió que casi un 55% del personal sanitario y no sanitario, colaboradores de la atención de salud, que fue consultado presentó algún tipo de trastorno mental, Según detalla el doctor Rubén Alvarado, miembro del equipo investigador, “los resultados de este informe indican que alrededor de un tercio de los encuestados refieren de manera intensa síntomas como el insomnio u otros problemas de sueño, los problemas del apetito, la falta de concentración y el cansancio. Esto refleja el alto nivel de estrés al que están sometidos hoy en día”.
Es por ello que los neurólogos han presentado una gran preocupación por detectar una afluencia de pacientes y sus familiares con patrones de sueño interrumpidos, lo que conlleva a que la salud mental se deteriore por causas de pensamientos negativos activos en el cerebro al momento de tratar de conciliar el sueño, estos pensamientos van desde si sus familiares sobrevivirán al virus, si perderán sus empleos, si sus finanzas estarán a su favor para las compras necesarias y el uso indebido de medicamentos para dormir. El aislamiento social también ha hecho que el insomnio se convierta en hipersomnia debido al cambio de la rutina diaria.
NeurologyToday, publicó en su portal de la Asociación Americana de Neurología un artículo referente a este nuevo termino médico: Covid-somnia, indican que “Los temores conscientes del contagio y sus impactos económicos son solo una de las causas de la afección. La disolución de los horarios diarios, la reducción de la exposición a la luz solar (especialmente por la mañana), las siestas diurnas excesivas y el uso excesivo de medios electrónicos (especialmente cerca de la hora de acostarse) contribuyen a alterar los patrones de sueño”.
La falta de sueño no solo afecta nuestra salud mental, sino también el funcionamiento inmunológico y su efectividad de combatir las infecciones, el estado de ánimo, la concentración, y es que no solo el mal dormir se presenta con esos males, también los sueños anormales y las pesadillas pueden alterar el sueño y la causa principal ha sido el coronavirus y sus efectos.
Las estrategias que se puede emplear para que se pueda conciliar el sueño y se normalice un poco la mente y mantenerla ocupada es crearnos una lista de actividad diaria que conste de ejercicios de meditación, estiramientos de las extremidades o alguna rutina de baile, comer a las horas sin saltarnos comidas y al hacernos tratar de no utilizar ningún dispositivo electrónico, colocar un tiempo en el día para tomar sol, preferiblemente el de la mañana que nos hace tan bien para obtener vitamina D, leer, ver películas o realizar alguna actividad que explote tu creatividad y que puedas ser proactiva en tu empleo, tratar de adaptarse a la nueva normalidad.